miércoles, 23 de mayo de 2012

Martes 22 de mayo: Clase de “Español, lengua de convivencia”. Con Cristina Fernández y Alicia Velasco.


Nos encontramos a la mitad de la Semana de diversidad cultural, concretamente en el cuarto día, en el que hemos podido disfrutar de una clase muy animada de “Español, lengua de convivencia” nivel A1-Bienvenida (es decir, que la gente no habla casi nada o nada de español), impartida por la profesora de Asilim Cristina Fernández, a la que ha asistido otra de las profesoras de la Asociación, Alicia Velasco.

Como breve reseña sobre nuestras profesoras, decir que Cristina es licenciada en Filología Hispánica y socia fundadora de Asilim, ha colaborado en la Red de Formación del Profesorado de la Comunidad de Madrid y publicado Entre todos, un método de español LE para estudiantes de la ESO basado en el aprendizaje cooperativo. Actualmente, enseña español en la Universidad Pontificia Comillas, en Tándem y en los programas de “Español, Lengua de Convivencia”, que organiza La Casa Encendida (Obra Social Caja Madrid), impartidos por Asilim.
                                                        
En cuanto a nuestra otra profesora, Alicia Velasco, es licenciada en Filología Hispánica y Máster Hispano-Francés en lingüística aplicada. Ha colaborado en los programas de “Español, lengua de convivencia” de la Asociación tanto en el Centro de Acogida a Refugiados (CAR) de Alcobendas como en La Casa Encendida, y en la actualidad es profesora de los desarrollados en la sede de Asilim.


La clase de hoy, cuyo tema principal fue "un primer día de clase" (porque en realidad se trata de la segunda sesión del curso y para muchos alumnos era el primer día), empezó con una bonita frase: “Dame una sonrisa”.

No hay nada mejor para empezar un curso y una actividad que con una sonrisa, regalándosela a todos los asistentes.

Nuestra estimada profesora sabe muy bien llamar la atención de sus alumnos para que participen y disfruten de la clase. Esto fue mediante frutas. ¡Sí, sí, frutas! En efecto, gracias a un limón y una naranja, seguro que nuestros alumnos ya saben el femenino y el masculino, y hacer la diferencia entre la derecha y la izquierda.

A continuación, el aula se ha convertido en una sala de juegos:

El primer juego consistía en presentarse. Junto a los alumnos, las invitadas y yo, nos hemos puesto de pie para formar un círculo, un equipo, como lo llamaba Cristina, y cada uno tenía que preguntar el nombre de las personas que estaban a su derecha y a su izquierda.





En el segundo juego aprendimos a deletrear palabras: Está vez, nos hemos puesto en dos colas. El juego consistía en escribir un nombre propio, sobre un post it y colgarlo en la espalda de la persona de enfrente. Después cada uno tenía que deletrearlo y el otro escribirlo en la pizarra.






     

Y por supuesto, todo esto ha sido realizado con una gran sonrisa J La sonrisa intercultural.