Hoy, en el bar
“El Fin de Mundo”, en Lavapiés, en el segundo día de la Semana de la
diversidad cultural-Asilim, ha tenido lugar una lectura plurilingüe de
poemas con nuestra querida poeta Rosana Acquaroni, acompañada de algunos de los
estudiantes de Asilim.
Como breve
reseña sobre nuestra invitada, decir que es licenciada en Filología Hispánica
por la Universidad Autónoma de Madrid y Doctora en Lingüística Aplicada por la
Universidad Complutense de Madrid, trabaja como profesora de español para
extranjeros en el CCEE (Centro Complutense para la Enseñanza del Español).
Nuestra escritora y grabadora ha
publicado diferentes libros de poemas: Del mar bajo los puentes (1988, accésit del
Premio Adonais); El Jardín navegable; Cartografía sin mundo
(1995, Premio de Poesía Cáceres); Lámparas de arena (2000); Discordia
de los dóciles (2011)
Sus poemas han
sido traducidos al francés, al alemán y al árabe. Así, ha podido llevar y
transmitir sus palabras y pensamientos a otros países y culturas. Además, la
poeta ha participado en numerosos festivales
de poesía tanto nacionales como internacionales.
Durante el evento de hoy, la poeta ha escogido, sobre todo, poemas clave de su último libro Discordia de los Dóciles, para llevar a cabo una lectura sencilla y muy cautivadora, con la cual ha podido transmitirnos claramente sus ideas y su visión del mundo actual.
Al introducir
su libro y la selección de los poemas, nuestra invitada se ha dirigido a
nosotros, su público, con estas palabras: “Aunque fue publicado hace pocos
meses, Discordia de los Dóciles fue escrito con mucho tiempo. Es un libro que me
acompañó durante 10 años. Ahora ha tomado mucho mayor sentido, a partir de
todos los acontecimientos actuales: la crisis y la aparición de los indignados.
Es un libro que habla desde la poesía y desde la mirada del poeta, del fracaso social y de un mundo en decadencia. Habla de todo
esto, habla de nosotros”.


Con esa poesía sostenida en el tiempo, la poeta se
preocupa del lenguaje, de su elaborada
visión de la poesía como lugar propicio para la belleza y el misterio verbal,
siempre capaz de inaugurar nuevos sentidos; sin descuidar una dimensión ética
que crece sujeta a la estética desde la raíz.

No hay que olvidar que con la maravillosa participación de algunos de
los alumnos y amigos de Asilim, de orígenes y culturas diferentes cada
uno, hemos podido escuchar y disfrutar
de unos poemas de Rosana Acquaroni en
árabe, en francés y en alemán. Fueron muy bien interpretados por los
estudiantes M., J., J. y N.